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Falo y SinthomeNúmero 5

Una historia del silencio

Por 04/05/2021 mayo 10th, 2021 No Comments

Abstract

María Cristina Giraldo explora la diferencia señalada por Lacan en El Seminario 23 entre la función de fonación de Φ y el S(Ⱥ), y entre lo real afectado por una falacia y lo verdadero, en relación a las consecuencias que el final de análisis, el pase y el ultrapase tuvieron en su práctica y en la relación con la Escuela. Puntuando en su recorrido analítico cómo el objeto pulsional fue aislado en la construcción y travesía del fantasma, hacia el arribo de un uso pragmático del sinthome.

Deseo explorar la diferencia señalada por Lacan en El Seminario 23, El sinthome, entre la función de fonación de Φ y el S(Ⱥ ), así como entre lo real afectado por una falacia y lo que ocurre con lo verdadero, en relación a las consecuencias que mi fin de análisis, el pase y el ultrapase tuvieron en mi práctica.1Cfr. Lacan, J., El Seminario 23, El sinthome, Paidós, Buenos Aires, 2006, pp. 114, 116, 124, 125.

La idea de J. M. Coetzee de escribir una historia del silencio, como estrategia desde el bien decir literario contra la censura del Otro, resonó en mí, por años, de manera enigmática. Tuve que volver letra mi propia historia del silencio en mi experiencia de análisis para poder maniobrar con los diferentes matices del mismo en mi práctica analítica y en la experiencia de Escuela.

El pasaje del silencio como escondite a la omnividencia del Otro materno, que a la vez que me servía de defensa potenciaba mi inhibición, al silencio como un arma pacífica, encontrado en el revés del trauma, implicará la construcción y travesía del fantasma en mi experiencia de análisis. Las articulaciones de brazos y manos, inmovilizadas mediante férulas para suprimir el goce oral, fueron las piezas del cuerpo en las que organicé mi programa de goce. La superposición del objeto invocante al objeto oral se constituyó en la vía del goce sentido que tomó consistencia en el uso fantasmático de la voz. Es con esos materiales existentes que Un esguince, afección en las articulaciones, se desplaza a la articulación imposible entre el sentido y la verdad con Un real. El atravesamiento del fantasma rompió el velo de lo que estaba en juego en mi delirio fantasmático y en el arrebato del cuerpo: la voz al servicio del goce sacrificial. Un esguince en la voz, opacidad del goce, distensión de la fijación, dislocación incurable entre el goce y el sentido, hace letra como analista sinthome tanto en mi función durante el período como AE, como ahora, en la enseñanza en la Escuela Una y en mi práctica.

El uso fantasmático de la voz afectaba la orientación de mi práctica; lo real se me escapaba y en el no querer saber propio del síntoma me engañaba con la falacia, con las ficciones del fantasma, pese a la formación epistémica y al exceso de control de la misma. En la travesía del fantasma, la verdad y el sentido hicieron borde en el esguince con Un real, y la práctica permanente del control se transformó en control del acto y perdió su carácter defensivo. Así pasé de un saber a ser completado por el control que hacía de tapón, a que mi demanda se causara en esos pequeños detalles que hacen agujero y liberan la relación entre el acto analítico y el deseo del analista, los matices que me sorprenden y me enseñan en mi práctica.

Los actos silentes de mi analista en el tramo final operaron un corte en la voz con efectos en mi práctica y en mi experiencia de Escuela. Me mostraron lo que de la palabra hace letra y lo que el silencio hace inconsistir. Encontré la voz áfona en el revés de la pantalla del fantasma, en la torsión del uso del objeto pulsional. A partir de ello operé con el silencio y con la voz en mi práctica y en la enseñanza en la Escuela Una, con el uso sinthomático de la función de fonación de Φ. Demandar la garantía cuando el Otro cae es tan paradójico como fecundo. No hay Otro del Otro, no hay el analista; hay de lo Uno y formas de arreglo con lo real que preservan el S (Ⱥ ) en la Escuela.

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    Cfr. Lacan, J., El Seminario 23, El sinthome, Paidós, Buenos Aires, 2006, pp. 114, 116, 124, 125.