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Falo falacia que verifica lo RealNúmero 5

La química del falo

Por 04/05/2021 mayo 10th, 2021 No Comments

Abstract

Este trabajo propone localizar puntuaciones respecto al concepto de falo a lo largo de la enseñanza de Lacan, sirviéndose del caso clínico de Juanito, de Freud. A partir de desplazamientos y recombinaciones con otros conceptos, se arriba a una lectura del falo como falacia que verifica un real, y a su vez como un real que verifica cualquier cosa, tal como lo plantea Lacan en El Sinthome.

El concepto de falo, tan cuestionado en la actualidad, ¿debería abandonarse? Al respecto, la orientación de J.-A. Miller es precisa: en psicoanálisis, siguiendo a Freud y a Lacan, los conceptos no se abandonan. Sino que se los conserva, se los desplaza, se los recombina, se sedimentan, es toda una química. Ya que todo es bueno en Lacan… a entender como: todo es bueno para ponerlo a prueba.1Miller, J.-A. En línea. Revista Virtualia 26 Junio 2013, Año 12.

Sirviéndome del caso Juanito, me interesa localizar algunas puntuaciones respecto de este concepto que circula por toda la enseñanza de Lacan y que, por el hecho de circular, al mismo tiempo, se perfora.

Die Bedeutung des phallus

El falo ingresa al psicoanálisis a partir de su significación o más precisamente de la significación que da el niño ante la observación de la diferencia sexual anatómica produciéndose una desmentida cuyo efecto es la constitución de un axioma.

Así, para Juanito, todos los seres animados o inanimados que se mueven tienen pene, uniéndose de este modo el pitito en cuestión con la función de la palabra2Lacan, J. El Seminario. El sinthome. Libro 23. Bs. As.: Ed. Paidós, 2006, pág. 16.. Sólo que se le presenta un problema: algunos no. Freud insiste, además en el tiempo que necesita el ser hablante para alcanzar una representación de la diferencia de los sexos bajo la forma elaborada de la castración.

Por su parte, Lacan, en su primera enseñanza, formaliza el complejo de Edipo y el complejo de castración en términos lingüísticos a partir de la metáfora paterna. Haciendo con estos un jardín francés, lee el falo como un significante que le permitirá a Freud ordenar prácticamente todo, especialmente lo atinente al desarrollo. Si la problemática freudiana se concibe en términos de tener o no tener, Lacan le agrega el ser.

Gracias a lo Imaginario, una parte del cuerpo devendrá significante, significante de la falta, efecto de la metáfora paterna. Se trata entonces, de un significante impar con el que el ser hablante no sólo se identifica en su ser de viviente, sino que además designa los efectos del significado, y también señala las estructuras a las que estarán sometidas las relaciones entre los sexos3Lacan, Jacques. La significación del falo. Escritos 2. México: Ed. Siglo XXI, 1987.. De este modo, la función del Edipo será la de producir la significación fálica.

En Juanito, sólo se habla de falo, no se habla de otra cosa. Formándose una especie de idilio a tres -madre, falo y niño-, el paraíso imaginario deviene una trampa.

Sabemos lo que sigue, el surgimiento de dos elementos reales: el nacimiento de su hermana y el encuentro con un goce parásito que no puede reconocer como propio, ya que resulta heterogéneo al universo de las significaciones del falo Imaginario y que lo deja “despegado de su existencia”4Lacan, J. El seminario Libro 4. La relación de objeto. Paidos, Buenos Aires: 1994, pag. 228 , blanco de las significaciones que le vienen del Otro.

Sólo que estas significaciones por la vía del sentido no funcionan porque no logran nombrar lo que le pasa en el cuerpo, y el niño encuentra como solución un síntoma: el miedo a los caballos.

Desde cierta perspectiva, puede leerse que para este niño Todo x es phi de x.

Inscripto en la función fálica, se le presenta el problema de negar este universal, de hacer límite a esa función. Se trata entonces, de cómo un síntoma – la fobia a los caballos- puede situarse como uno de los nombres del padre en su función de límite a la infinitización de goce. Un S1 opaco del cual Juanito se sirve y que funciona como un nombre de lo real.

El falo a partir del impacto de las palabras con el cuerpo

Esta perspectiva -que J.-A. Miller llamó “última enseñanza” – implica plantear el síntoma como efecto del traumatismo de las palabras sobre el cuerpo. Aquí no se trata de lenguaje sino de la percusión de elementos de lengua tomados aisladamente en la que el síntoma se plantea como una cristalización5Lacan, J. Conferencia en Ginebra. Intervenciones y textos 2. Manantial, Buenos Aires: 1993, pág. 123 de ese impacto.

A este nivel, que es el del inconsciente real, el lenguaje no se incorpora como sistema, éste deviene secundario, más bien se trata del encuentro con las palabras en la dimensión del S1 solo fuera-de-sentido.

De ese impacto que hace agujero, de un Uno que conlleva la dimensión de agujero, de lo que se trata es del materialismo de la palabra6Lacan, J. ibídem. Pág. 126 y su efecto real.

Lo interesante es que ahora Lacan no sólo ubica al síntoma en este nivel originario, sino también denomina cristalización del síntoma a aquello necesario para que el ser humano, el ser humus, pueda decir algo, esbozar así cierta enunciación.

En su Conferencia en Ginebra, Lacan refiere a que el hecho de que un niño diga “quizá”, “todavía no”7Ibidem 129 antes de que pueda construir una frase, – es decir, que enuncie significantes que no llevan la marca de lo masculino ni lo femenino, y que tampoco están en oposición, lo que los hace carecer de sentido o significación-, habla de una prematuración ya no del Uno de la imagen como fuera planteado en su estadio del espejo sino del chancro de lalangue que deja al ser hablante con una especie de sensibilidad8Ibidem 129.

Esto prueba que hay, en él, una criba que se atraviesa dejando unos detritos. Que de ese impacto, quedan algunos añicos que se encarnan en el cuerpo como restos con los que el niño jugará, con lo que se satisfará.

Dicho de otro modo, se trata de detritos de lalangue que percuten en el cuerpo y que tienen efecto de goce a los que se le añadirán luego, los problemas que lo espantarán. Gracias a esto hará coalescencia de esa realidad sexual y del lenguaje.

En la misma conferencia, también nos invita a estudiar al detalle a Juanito planteando que lo que se manifiesta en él es un goce del cuerpo que interesa por su dificultad para reconocerlo como propio ya que parece gozar por sí solo y de un modo imprevisto. Un goce hétero que el niño rechaza pero que le concierne íntimamente.

Aquí habría que diferenciar dos vertientes del traumatismo, el lado wiwimacher de la cosa9Berenguer E. Conferencia de Lacan en Ginebra sobre el síntoma. Cuadernos del INES 13, Grama, Buenos Aires, 2018. con el que el niño juega y obtiene satisfacción, un goce que implica el encuentro con el Uno de lalangue y la realidad sexual que no está dada de entrada sino que surge, en este caso en el mismo punto, es decir, a partir de la contingencia del encuentro con un goce hétero. Una especie de heterización de un goce que el niño rechaza y que lo pone a buscar un sentido en el Otro como solución. Solución que encontrará con un síntoma que le permitirá armar un Imaginario corporal.

Lo que el falo verifica

Se tratará entonces, de como dar sentido a eso del goce que me retorna como hétero y que a raíz de esa exterioridad puedo confundirme e intentar ignorar esa otra cara del goce Uno del que mi propia existencia de parlêtre es inseparable10Ibidem 47.

De allí que sea necesario separar respecto de la significación, los efectos de sentido –Sinn-, de lo que designa la relación con lo real, -Bedeutung-.

La Bedeutung del falo deberá entenderse entonces, como un real del falo que resiste y a su vez, reclama sentido.

Juanito habla, pregunta, hace uso de los significantes del Otro para producir sentido de un real innombrable.

En el Seminario 23, Lacan dice que el falo verifica un real. Entiendo por esto que el falo es un semblante que, verificaría un real en tanto Bedeutung. Sería algo así como la referencia de la no referencia. Una referencia vacía orientada por el agujero de la no relación sexual y que testimonia de un real imposible de negativizar.

Ahora bien, ¿eso hace del falo un real? Sólo si entendemos aquí que el falo como vacío de referencia refiere de un lugar: el del agujero en lo real. Así el falo deviene un real que verifica cualquier cosa en la medida en que es sostén de la función del significante. 11Lacan, J. El Seminario. El sinthome. Libro 23. Bs. As.: Ed. Paidós, 2006, pág. 116.

Porque de lo que se trata, en definitiva, es de cómo se pasa a hablar.

Cómo para el parlêtre, hablar es necesario porque hay un real indecible del cual hablar. Real efecto del encuentro de las palabras con el cuerpo.

La referencia entonces, designa un real situado en el plano de la no relación sexual, pero su lugar viene a ocuparse ahora por esa primera cristalización del síntoma en la que el niño produce, en su insondable decisión, una coalescencia entre realidad sexual y lenguaje a partir del encuentro contingente entre el goce de lalangue y el surgimiento de un acontecimiento de goce en su cuerpo, un sinthoma singular que anuda cosas dispares.

  • 1
    Miller, J.-A. En línea. Revista Virtualia 26 Junio 2013, Año 12.
  • 2
    Lacan, J. El Seminario. El sinthome. Libro 23. Bs. As.: Ed. Paidós, 2006, pág. 16.
  • 3
    Lacan, Jacques. La significación del falo. Escritos 2. México: Ed. Siglo XXI, 1987.
  • 4
    Lacan, J. El seminario Libro 4. La relación de objeto. Paidos, Buenos Aires: 1994, pag. 228
  • 5
    Lacan, J. Conferencia en Ginebra. Intervenciones y textos 2. Manantial, Buenos Aires: 1993, pág. 123
  • 6
    Lacan, J. ibídem. Pág. 126
  • 7
    Ibidem 129
  • 8
    Ibidem 129
  • 9
    Berenguer E. Conferencia de Lacan en Ginebra sobre el síntoma. Cuadernos del INES 13, Grama, Buenos Aires, 2018.
  • 10
    Ibidem 47
  • 11
    Lacan, J. El Seminario. El sinthome. Libro 23. Bs. As.: Ed. Paidós, 2006, pág. 116.